Los tres niveles del horóscopo

5.2.18

La Casa 7: “el complemento ideal”




Astrología esotérica versus exotérica

En este artículo vamos a continuar con el análisis comparativo de las casas del horóscopo, una analogía entre los significados más exotéricos frente a los más esotéricos, aunque bien es verdad que estos significados están muy mezclados. Causa y efecto a menudo se confunden pero hay que saber que todo reflejo externo u objetivo tiene su razón de ser en la conciencia interna más subjetiva, y en este sentido, todo aquello material que trae consigo una casa está relacionado con las causas más espirituales que se amagan tras sus efectos.

Es importante entender que la perspectiva esotérica no rechaza la exotérica sino que más bien la enriquece. Cada vez hay más conciencias para la cuales la perspectiva astrológica tradicional no es válida invocando con ello una visión más certera, más cercana  a su necesidad, su Alma, la hermana mayor de la Personalidad o aspecto exotérico.

Este artículo estará dedicado enteramente a la casa 7, ya que consideramos que esta casa debido al poder complementario que ejerce sobre la siempre importantísima casa 1 y su signo ascendente necesita de una mención más extensa y especial.




La Casa 7: “el complemento ideal”

Astrológicamente esta casa es muy importante por ser angular y aspectar o estar en relación directa por oposición con la casa uno, la primera, la casa del yo.
El yo en casa 1 se relaciona o “mira de frente” al otro  situado en casa 7, la casa más lejana del yo, aquel lugar desconocido y por ello tan deseado.
Para la astrología exotérica la casa 7 es la casa de las relaciones importantes y por tanto es la casa de los deseos compartidos como lo son el sentimiento, pasión, negocios, sexo, el esposo, la esposa o la gran alianza personal y social reflejada en el matrimonio.  
Fijémonos que las dos casas que nos hablan más claramente del deseo en un horóscopo están regidas por Venus. La casa 2, donde se expresa el deseo sentimiento más propio-posesivo del sujeto; y la casa 7, donde se expresa el deseo menos personal y por tanto más desconocido, más proyectado en el otro y su entorno. En este sentido la casa 7 es la casa del máximo deseo, “allí donde reposa la mirada”, el lugar (o la persona) que genera el mayor sentimiento, la persona más desconocida y sorprendente para el yo, la persona con la que compartir el sentimiento más cercano y personal de la casa 2.
Esotéricamente hablando el gran poder de manifestar de casa 1 o el “yo” encuentra su equilibrio, su compensación ideal, en la casa 7 o el “tu”, y  no olvidemos que “Dios vive en ti como Tu”. 
El “Tu”, espiritualmente hablando, es aquella “misteriosa” voz interna con la que el “yo” se sincera y comparte, aquella voz consejera y rectora, el llamado “ángel de la guarda”, la divina inteligencia del Ángel Solar que nos trae a la conciencia el equilibrio que necesita o invoca con su deseo mas sincero nuestro “Yo”. Por tanto en esta casa está la relación más  apreciada por la conciencia, el inteligente y valioso complemento que nos acerca al Ideal o Propósito del Alma.
Se habla mucho en las escuelas esotéricas de la función del Ángel Solar pero en realidad su tarea es clara y sencilla, Él es la inteligencia o luz mental que nos trae a la conciencia la plenitud del Alma, esta es Su sagrada aportación, y cuando ya en determinada vida uno ya es plenamente consciente del “divino morador interno”, el Ángel ha cumplido su misión y queda liberado.
La inteligencia creadora auto-consciente está en casa 5, donde está el cuerpo causal, una mezcla consciente del nivel evolutivo heredado con sus singularidades, tendencias y talentos propios. Pero el divino deseo inteligente, (hasta cierto punto inconsciente para la casa 1 y 5), portador de relación experiencia aprendizaje y mayor conocimiento, está en la casa 7 y el significado de su signo regente.
Tradicionalmente esta casa rige la parte más baja del plexo solar, allí donde el deseo se confunde con el instinto. Rige los riñones, glándulas adrenales, vejiga, órganos reproductores, en cierta medida también las venas, todas partes vinculadas a la fluidez de los líquidos corporales. La fluidez liquida, no estancada,  esotéricamente hablando es el símbolo del poder motivador de la emoción o del activo deseo inteligente; tanto sea inteligencia espiritual como mas material, la fluidez es la sustancia inteligente que nos vincula (nos mueve a) con nuestro entorno tanto interno como externo.
En verdad en esta casa bien fluye la emoción vinculadora, el inteligente deseo a través del cual la luz  del “si- mismo”, que emerge del signo de la casa 1, se descubre y afirma en relación a su entorno.
Es pues gracias a la natural inteligencia de la casa siete y su signo regente que el propósito del Alma escrito en el signo ascendente se manifiesta en toda su belleza.
Venus en una conciencia evolucionada es la mente condicionada por el Alma, y en una conciencia mundana es la mente condicionada por el cuerpo emocional de deseos y como solemos decir, entre los dos extremos miles de matices karmico-evolutivos.
Independientemente del nivel de conciencia que condicione a la mente venusina, Venus como arquetipo es la expresión inteligente de la mente concreta, y está expresión, está muy activa en casa 7.  Él, desde su singular inteligencia, concreta o armoniza el propósito emergente de casa 1 con el aspecto más lejano e inconsciente, y por ello divino e idealizado, reflejado en casa 7.  La inteligencia venusina en el entorno de la casa 7 concreta el vínculo entre el yo y el tú.
Por tanto la casa 7 es la casa donde a través de Venus se experimenta y concreta la unión con “aquello deseado”, y la unión es belleza, equilibrio, la luz de la inteligencia. Y es por ello que en la línea horizontal casa 1 versus casa 7 se relacionan y unen la proyección y la reacción, la propuesta y su aceptación, el deseo y su experiencia, el ideal motivador y su realidad concreta, la idea y su respuesta inteligente, el propósito y su luminosa concreción, el espíritu y su belleza, lo conocido y lo desconocido, la acción y la recepción…, la casa 7 es la inteligente compensación de la directa, a menudo impetuosa, pero siempre genuina energía proveniente de casa 1.
Podemos decir pues que la casa 7, a través de la inteligencia de Venus, es el campo de experiencia, tanto material como espiritual, a través del cual se desarrolla y concreta la emergente luz del Alma proveniente de la casa 1.




Dualidades hermanas, relaciones creadoras

Desde los significados más esotéricos de los signos, (no tanto de las casas), surge el vínculo que demuestra que en nuestro Universo Dual los 12 en verdad son los 6.

Y es así como, el ímpetu creador e incisivo de Aries se ordena y manifiesta en y a través de la mente equilibrada de la “balanza”; tanto como es así que, el inteligente punto medio de Libra se enriquece con la poderosa manifestación de la inspirada iniciativa mental del “carnero”.  

Y es así como, la poderosa aspiración de Tauro se fundamenta en la verdad adquirida en el campo de experiencia transformador del “escorpión”; tanto como es así que, el intenso y apegado Escorpion se libera gracias al noble ímpetu del deseo sublimado del “toro”.

Y es así como, el espontáneo y disperso poder comunicador de Géminis se canaliza gracias a la intuición del “arquero”; tanto como es así que, el objetivo fuertemente idealizado de Sagitario se flexibiliza y expande con la comprensión dual de los “hermanos gemelos”.

Y es así como, la pureza sensible de Cáncer se estructura a través del  caminar espiritual de la “cabra”; tanto como es así que, la voluntad de materializar de Capricornio se comparte y dignifica a través de la  precaución instintiva e intuitiva del “cangrejo”.

Y es así como, el poder rector auto-consciente del león se torna humano y comprensivo a través del sentido universal de Acuario; tanto como es que, la impersonalidad del “aguador” encuentra su raíz social y servicial en la consciente y brillante expresión del si-mismo de Leo.

Y es así como, la necesidad de ser y servir desde el amor de Virgo, encuentra su complemento ideal en la intuitiva sensibilidad de Piscis; tanto como es así que, la fluidez psíquica del “pez” se canaliza a través de la inteligencia protectora  y constructora de la “virgen madre”.

Tras estos “juegos” duales, con sus significados y opuestos, bien podemos realizar un ejercicio de reflexión interna que pondere los significados de nuestra casa/signo 7 con los de la casa/signo 1, sabiendo que el Propósito del Alma está en el signo ascendente y Su Divino Complemento en el signo opuesto.







Escrito finalizado en la Luna llena de Acuario del 2018


“yo soy agua de vida vertida para los hombres sedientos”

Nunca nos hemos preguntado ¿Cómo puede ser que un signo de Aire sea portador de Agua?,  esotericamente hablando en la sutil libertad del Aire se sitúa la intuición o clara comprensión, y en el aspecto purificador del Agua el contacto o emoción amorosa, y es ahí donde está el tan característico sentido del servicio del “aguador”, ya que él intuye la necesidad y la sirve en su justa medida (jarrón) desde el amor.. 

Acuario es el Amor que permite intuir la necesidad vital (2R) que a través de la Luz de la Inteligencia o justa medida (5R) se Materializa u ordena como Servicio (7R).

David C.M. (logos.astrologiaesoterica@gmail.com)

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